A partir de aquí entra en juego EL CONCEPTO. (¡YUPIYAYEI!)
Y es que nos podríamos definir como unas auténticas talibanas del concepto, creemos fervientemente que sin fondo no hay forma, solo unos preciosos fuegos artificiales que olvidarás cuando gires la esquina. Pero si encuentras un concepto que sintetice toda tu estrategia de marca (que es lo que es el concepto creativo) ¡ay amigo! has encontrado tu pozo de petróleo personal e intransferible.
Porque de ese concepto saldrán miles de ideas en forma de logo, de claims, de gráficas, de spots, de eventos, de post en Instagram, de cuñas de radio, de formatos de cartas de restaurantes, ¡incluso de nuevos productos!…
BENDITA CREATIVIDAD
Toda marca debería tener un concepto creativo detrás de ella. Es el paso donde la estrategia, el análisis y el trabajo de cerebro, de papel y boli se dan a la creatividad, a la locura, al ROCK&ROLL, al aperitivo, al corazón. Llegando a crear mundos inimaginables que conectarán totalmente con tu público objetivo convirtiéndoles en fieles seguidores, haciéndoles partirse de risa, enamorarse o llorar. En definitiva, creando esas emociones de las que hablábamos cuando nos referíamos a qué es una marca.