Wilko

Brief: Marcos quería evocar su querido Berlin en una cafetería de especialidad libre de pretensiones, donde puedas estar un rato muy a gusto, sin prisas y con ese aire ecléctico y brutalista del hormigón que nos recuerda a la ciudad alemana.

Nombre y tagline: una palabra acortada que viene del alemán, Wilkommen, para indicar que todo el mundo es bienvenido, que entre nuestras paredes hay sitio para todos, que te animes a probar nuestra carta de cafés del mundo pero también platos alemanes reinterpretados, equilibrados y sencillos. Nada está impostado en Wilko, lo reforzamos con el claim: todo es tan fácil como sentir un café caliente reconfortante en la mano, un lugar amigable para sentirte bien.

Carta: un menu corto y divertido, escondido en viejas carpetas de impresor, todo en nuestro tono azul. El menú tiene en su portada pegatinas vintage alemanas, para contrastar en el interior con la moderna maquetación que se va adaptando al espacio y entre bloques.

Elementos de marca: las ilustraciones llenan nuestro packaging en forma de sello y pegatinas. Un sistema clásico para usar los mínimos elementos impresos posibles para los embalajes de takeaway. Wilko tiene sus propias tazas en los tres clásicos tamaños de café de especialidad: el ceramista incluyó la mano W de Wilko en algunas de ellas. ¡Una grata sorpresa al acabar tu bebida!

Señalética: el local está lleno de historia que no queremos tapar. Realzamos su belleza pasada abrazando sus paredes para mostrar la carta y sus precios. El logo se despieza para crear un zócalo alto que da carácter al local sin manchar demasiado con la marca, fluyendo por todo el espacio con su color característico.

Photography: Inés Garp

Interior design: Eleyuve & 83arquitectos

Pottery: Anas Rifi-Zinati

@WILKO.COFFEE

Category
branding, estilismo, naming, restauración